22 de abril de 2009

Una biblioteca ambulante

Es raro conocer a alguien que se apasione por la lectura y quien en todo momento tenga contacto con esta. Hoy en día este hábito en el país se ha perdido y son contadas las personas que leen un libro por gusto. Y es que estos materiales no sólo cuentan historias sino que también son una rica fuente de información. Información que puede traducirse en conocimiento, que forma al lector criterios e ideas sólidas sobre diversos temas.

Y es esto lo que intriga a Ofelia Antuña, quien se ha hecho a la tarea de investigar más a fondo sobre el tema. Ofelia es la Directora de Biblioteca en el Tecnológico de Monterrey Campus Cuernavaca, puesto que la ha llevado a busca respuestas al por qué el poco hábito de lectura en los jóvenes.

– Hablas sobre lectura por obligación y por placer, pero, ¿qué es la lectura por placer?
– La lectura por placer es aquella en la que el lector tenga la decisión propia de hacerla. Para hacerla se debe disfrutar verdaderamente de la lectura, sin importar que no sea un libro físico. Es importante enfatizar que esta se realiza cuando la persona quiere leer, no cuando es una obligación o alguna asignatura en la escuela.

La respuesta proporcionada por Ofelia daba la señal de que se encontraba nerviosa, esto quizás a que estaba rodeada de grabadoras, que almacenaban todo lo que era dicho en aquel salón. Su postura en la silla la mostraba inquieta y con temor a contestar, trataba de evadir la respuesta buscando que el entrevistador contestara. Y es que dentro del aula N305, Ofelia sería cuestionada por un grupo de jóvenes, buscando la opinión de aquella apasionada de la lectura.

– Mencionas diferentes formas de leer, como por ejemplo blogs o medios electrónicos, ¿consideras que este tipo de lectura es tan válida como la de los libros tangibles?
– Por supuesto. Mira, dependiendo de la necesidad que tienes, hay un tipo de lectura que algunos autores llaman lectura eferente, es una lectura que tiene que ver con informarte. Buscas un dato, recuperas la información, una estadística; lo que llaman datos fríos y ya estas, dependiendo de la finalidad está el medio.

Lo que contesta Ofelia puede comprenderse y observarse en la vida cotidiana de los jóvenes en la escuela, ya que la mayoría de las veces lo único que se hace es leer buscando cierta información o algún dato específico. Pero son escasos los casos donde hay un acercamiento a los libros por curiosidad o por aprender algo nuevo, que no tenga relación con materia escolar.

“Encontramos en Internet muchas páginas que claro que promueven la lectura por placer. Cuantos blogs, sitios de autores, la maravilla de poder intercambiar información con autores que están publicando su información, poemas o textos; independientemente del medio es valida, lo que es valido para el lector es muy libre.”

Ya entrada en confianza y habiéndose olvidado de las grabadores, Ofelia se expresa con mayor fluidez. Su respuesta refuerza la idea de que cada quien es libre de escoger que lee y mediante que medio lo hace, añadiendo que no tiene que ser únicamente en libros. Su postura denotaba tranquilidad, como si estuviese en algún café teniendo una conversación con amigas, en donde todo sucedía con naturalidad.

–¿Que le hace falta a México para ser un país lector?
– Libertad para elegir. Para empezar tenemos un sistema educativo que te obliga a leer, que te dice, “Tienes que leer, debes leer”. Esas campañas de lectura que creen que todos deben de leer, no, que cada quien lea lo que quiera. Primero que todo, la obligación. Y en segundo, nosotros nos encontramos en un grupo privilegiado que es mínimo, la mayoría del país no tiene acceso a una biblioteca; ni siquiera tiene acceso a los servicios básicos.

La respuesta dada por Ofelia puede causar diferentes reacciones o puntos de vista. Podría causar que la gente privilegiada, como los llama Ofelia, busque soluciones en un futuro para este problema. Que sea este grupo quien trate de acercar la lectura al resto de la población, ya sea mediante la creación de bibliotecas o llevando libros a lugares donde no los haya.

Continua...

1 comentario:

Alma Karla dijo...

Bien, tarea cumplidora.